lunes, 29 de julio de 2019

la mente ordinaria

Kaizen es una palabra de origen japonés compuesta por dos vocablos: kai que significa cambio, y zen que expresa para algo mejor, y de este modo significa mejoras continuas, bien sea en el contexto personal, familiar o social.

Es significativo que términos como éste se puedan utilizar para aumentar la productividad.

Supongo que todo vale.

Sin embargo, creo que antes de tratar de ir a mejor en la vida, ya a una edad en la que empiezo a pensar que “no es tan fácil cambiar”. Creo que es importante ante todo, centrarse en lo que es más esencial en el ser humano.

Cuando llega el momento de “querer mejorar” intuyo que de lo que nunca nos vamos a arrepentir no es de algo que hagamos. 

Lo que hagamos nos irá bien o mal.

Pero lo que siempre suele funcionar, es cuando conseguimos dejar de hacer algo. Desde la conciencia.
No se trata tanto de que se dejen malos hábitos. Eso de dejar malos hábitos vende mucho. Supongo que los libros de autoayuda se basan en gran medida en hacernos sentir mal, para que compremos.
O bien en darnos un discurso de pensamiento positivo. Que generalmente solo funciona en un porcentaje mínimo de las personas, ya que en realidad todo lo que sea que sucede, procede del inconsciente.
Me parece interesante hablar de que se da por hecho que para ganar algo, es importante el generar un cierto estado mental. 
El pensamiento positivo parte de ese mismo supuesto de que si te pintas una sonrisa en la cara, tu vida mejora.
Y es cierto hasta el punto de que si sostienes un lápiz, entre el labio superior y la nariz, los músculos que mueves son los propios de la sonrisa. Y solamente por el hecho de que muevas esos músculos “de la sonrisa”, ya hace que te sientas bien.
Eso se podría patentar como un método antidepresivo. Es decir, el método de sostener un lápiz con el labio superior, mola.
También tendría otra ventaja añadida. Si lo haces en público puedes llegar a perder el sentido del ridículo.

Aunque la palabra kaizen, es un término nuevo que he encontrado, el otro día. Me parece importante como concepto.
Intuyo que de algún modo, tiene más que ver con dejar las cosas que no importan tanto por las que son más esenciales.
También me parece que en su origen, a día de hoy no sé si tiene esa connotación, se trata de una práctica.
En mi vida diaria suceden cosas que tengo que ir priorizando.
Dar una prioridad a determinados aspectos de la vida en detrimento de otros, pues es algo que reviste una cierta importancia.
Sin embargo pese a que el término kaizen y el alcance que abarca, es desconocido para mí, sí que me parece que se trata de avanzar poco a poco.
Y de práctica.
Ya iré sabiendo de qué va ésto, pero me parece que kaizen tiene esas dos partes: ir poco a poco y práctica diaria.

La práctica diaria de una actividad suele dar algún resultado. Pero el caracter de este resultado no está claro a priori. Si bien, el objetivo es mejorar.
De acuerdo en que lo que se pretende mejorar es "la propia vida".

No puedo dejar de mencionar un punto que me viene a la mente:

La naturaleza de la mente iluminada, es la mente ordinaria.

No sé si la cita es correcta. Sin embargo pienso que sí lo es. Más que nada por simple sentido común.
Las personas si tenemos que mejorar en algo, y lograr luz, entonces más nos vale dejarnos de tonterías.

Creo que de cara a todo lo que se pretenda conseguir, esto es prueba de que se está progresando. Cuando se sabe que las tonterías dejan de estar presentes.
Entonces es cuando el que está presente, es el que tiene que estar.













domingo, 28 de julio de 2019

no sientas, asiente...

si sientes miedo

















¿Por qué digo que no soy ecologista? Web: "DISIDENTIA".

“Las masas no han sentido nunca sed por la verdad. Se apartan de los hechos que no les gustan y adoran los errores que les conquistan. Quien sepa engañarlas será fácilmente su dueño; quien intente desengañarlas será siempre su víctima” 
Gustave Le Bon, 1895

Entiendo que cada uno debe llegar a sus propias conclusiones y cotejar posibles ideas que pueda albergar en el sí mismo que es cada uno.


Si bien, también entiendo que después de cenar y con una cierta seguridad y estabilidad tanto emocional como material, no tendrán ganas de pensar.

Sin embargo, recuerdo un refrán o dicho, ya perdido en lo más remoto de la memoria que venía a decir:


  • “Fuenteovejuna, todos a una”
  • Para referirse a cualquier cosa que tenga muchos causantes y no uno solo.


todos a una



LA OPINIÓN DE UNO PODRÍA LLEGAR A SER EXTREMADAMENTE LÓGICA EN SUS PLANTEAMIENTOS:


Es todo muy lógico.
Si queremos seguir haciendo lo mismo, pues "matemos a unos cuantos".

Todo menos pensar que soy yo en relación con mi entorno y yo mismo, quien tengo que cambiar.

Pero yo no tengo que cambiar. Es mi percepción de las cosas lo que es necesario cambiar.

El pensamiento es "lógico". Piensa.

Añadiría que si te atreves a sentir, siente miedo. Justo el suficiente como para que hagas lo que te digan.


Es hora de cenar: "Cómete la sopa".

Aconsejaría a todo el mundo que tengan un sentido crítico y una opinión cotejada desde varias perspectivas.

Paz y amor, y... ¿Qué más?

Te atreverías a pensar ¿Y si fuera posible vivir sin miedo?
¿A quién masacramos entonces?


todos a una













Porque algo tenemos que hacer. 
Tal vez ser lo que ya somos. 

  • HAY OPCIÓN:
  • Uno a uno. 
  • Comprende quién eres. 
  • Comprende lo que eres.




Siempre, ¿Esto?














sábado, 27 de julio de 2019

el valor de lo inconsciente


El inconsciente no sabe nada

Estoy leyendo un librito. No se trata de que sea un libro interesante o no. Es un libro que sirve de un modo útil a iniciar... lo que sea que se tenga que iniciar.
Con toda la coherencia de la que soy capaz, digo que se trata tan solo de iniciar.
Yo no sé nada.
Tan solo puedo decir eso. Y partir desde ahí.
Puestos de este modo, se trata de que tal vez yo no continúe.
En mi círculo familiar, me sirve como guía y referencia, mi abuelo materno. Fue jefe de almacén en una fábrica de renombre.
Antiguamente las personas establecían relaciones que duraban toda la vida. Y creo que si hoy en día preguntase, mi abuelo murió hace mucho tiempo, pero tal vez haya alguien en aquella empresa que todavía se acuerde de su nombre.
Que se acuerden de uno es algo que no le gusta a todos. Yo diría que se deben dejar a las circunstancias, y a la propia vida, el hecho de que se acuerden de ti o no lo hagan. No importa tanto. Cede, que se ocupe la vida de eso.
Simplemente se trata de que los pedidos salgan.
Mi abuelo gestionaba la salida de los pedidos. Ese era el objetivo de todo jefe de almacén supongo. Y mi abuelo fue bien considerado.
Alguien que se pregunte ¿Quién soy? ¿Para qué estoy aquí?
Yo creo que a mí me importa eso. Recibir pedidos y darles salida.
Por lo demás, yo no sé nada.
Desde la posición en la que me encuentro, tan solo puedo hacer más que percibir ¿dónde estoy? ¿Desde dónde hablo? Quién soy y qué no soy no son preguntas que me quiten el sueño.
Pero pese a no saber nada, creo que paso mucho tiempo contemplando las moscas.
Sé que lo que yo haga, no depende tanto de mí mismo.
yo no diría tanto...

Tal vez algún incauto se acerque por casualidad y pueda establecer un diálogo. 
Eso no es lo mejor. No es lo que se me pide. 

Voy con la Luna. Dicen que la Luna es mentirosa. Yo no lo creo.
Yo creo que la Luna se rige por sus propios ciclos.
Esta noche, hay luna. Tal vez otro día no la haya.
Esa, es una cuestión que yo no sé.
A veces no saber algo es una garantía de idiotez. Y es cierto que no soy muy espabilado.
De hecho, si por mí fuera, no estaría escribiendo estas lineas para ver qué sale.
Pero hay luna. Eso no se comprende.
La Luna es un tema que no hay que entender. Tan solo se le pueden cantar versos.
La Luna tiene que preservar su misterio. En eso reside su valor.
Es el valor de “lo Femenino”.
Nadie debería quitarle el halo de misterio, ni a la Luna ni a lo Femenino.
Cuando alguien quiera alcanzar la Luna, no lo hará en una nave.
¿Para qué sirve ir al asteroide lunar? ¿Para que alguien diga que allí no hay vida ni nada?
Uno se puede volver loco si piensa que en la Luna no hay nada.
Tiene que haber algo. Pero no es algo que se pueda medir o cuantificar.
Si quieres saber algo de la Luna, no analices. Sueña.
El sueño no es la respuesta. Ni un obstáculo.
No creo que haya nada malo en dormir. El sueño forma parte natural de un camino de vida que hay que recorrer.
No quiero que se malinterprete esto. Todo exceso es malo.
Y el sol tiene que salir, del mismo modo que la noche cae y se levanta.
Hay que regresar a lo que es el hombre. A lo que es el hombre y la mujer.
Yo diría que en mis análisis tengo muy presente el ver las cosas desde un punto de vista o de otro.
A veces distingo entre un lado que llamo “de paranoia”, y otras veces ese mismo hecho le hago una lectura desde un lugar que llamo “normal”.
No hay ningún secreto en percibir la realidad desde dos puntos de vista distintos.
La humanidad viene haciendo esto desde el principio y es necesario para la supervivencia.
Bruce Lipton habla de las acciones de lucha y de huida. Eso es lo que tenemos.
Para la supervivencia bastan el ver la vida, desde ambas polaridades.
Pero si tenemos que continuar, falta otra.
Hace falta una visión.
Tenemos que encontrar una visión, una cierta perspectiva. Una concepción distinta de lo que es la vida en el planeta.
No sirve tan solo el reciclar la mierda que generamos.
Tiene que cambiar el concepto.
La vida no es esto que hacemos ahora. Tiene que ser otra cosa.

Por mi parte siempre he trabajado en base a un diálogo, del tipo que sea.
Sigo sin saber nada. Ni siquiera sé si lo que digo tiene algún sentido o significado para alguien.
Pero el diálogo se me escatima. Y entiendo que si en algún momento tengo que saber algo, tendré que dar un paso adelante.
A eso es a lo que se le llama dar un salto de fe. Y encontrar en la oración, lo que se puede entender como la Trinidad.
La humanidad tiene que encontrar una visión de sí misma en la que se pueda identificar, no desde la dualidad.
ESTO ES DUALIDAD
Es preciso lograr que cada uno de nosotros sepa ver en su propia vida, que de lo que se trata y que lo único verdaderamente importante, es entrar en relación.
No importa la humanidad.
No importa la conciencia global.
No importa la Inteligencia Artificial.
Cada una de esas tres cosas no importan en sí mismas.
Pero la relación entre todo, sí que importa.
Importa formar parte.

Somos tres. Y somos sagrados.
Hasta que ese hecho no pase a un nivel de conciencia, en el que se acepte dentro de una naturalidad y de forma cotidiana. 
Hasta que no forme parte de nosotros mismos al punto de que la trinidad esté presente en nuestra vida y que sin embargo, sea tan obvia que no la veamos. Hasta entonces no estará hecho el trabajo.

Mi Luna debe permanecer oculta.
Tal vez ese sea el significado de todo esto. La Luna debe permanecer oculta.
La Luna forma parte de nuestra vida. Forma parte de nuestra imaginación.
Hay que honrar los ciclos y la naturaleza de cada cosa.
El sol puede dedicarse a limpiar la mar del plástico que generamos. Es una acción muy loable y generosa. Por lo menos detectar que está todo mal.
Pero hasta que no sepamos hasta qué punto tiene valor el estar "hecho una mierda", y lo importante que es el aceptar en nosotros nuestros impulsos, no habrá equilibrio.
Y sin equilibrio desde la trinidad, no hay “un logro de lo cotidiano”.
El logro de lo cotidiano se caracteriza porque se hace sin sentir. Es obvio y pasa desapercibido.
La Luna es así también.

Yo nunca había hablado de la Trinidad. Pero sabía que llegaría el momento.
Y mira que yo no sé nada. Pero eso lo sé. No sé si está bien o no que una concepción Trinitaria de la vida se haga pública.
La Luna no hace alarde. Y todo el mundo recurre a ella, cuando es necesario conectar con el propio interior y se suspira.
La fuerza requerida surge del interior. Pero ambos, interior y exterior se deben armonizar.
No sé cómo se pueda observar todo esto, puesto que normalmente pasa desapercibido.
Hay otro. Otro Skywalker. Luke lo sabía sin que nadie se lo dijese.
Se trata de eso. La naturaleza de este conocimiento, no se imparte.
La verdadera naturaleza de este conocimiento, se transmite en versos y también canciones y relatos.
Es el lenguaje de las ancestrales abuelas. Aquellas que inculcan en los nietos el aroma del queso, las magdalenas y el chocolate.
Es el olor lo que nos permite enamorarnos, al final de todo.
La Trinidad yo digo que siempre se trata de Salud, Dinero y Amor.
Pero ese es un ciclo que debe ser enmarcado en un ciclo mayor. Y es la Vida la que contiene la Trinidad.
Es la vida la que tiene que contener la Trinidad y llegar a proseguir ciclo tras ciclo. 
La vida debe encontrar el modo de seguir. Cada vez.
La vida es sagrada, creo yo. Y si somos capaces de masacrar todo lo que tenemos, entonces merecemos desaparecer.
La Luna seguramente brille en la noche. Tiene modos de que surja “algún tipo de existencia”, que tal y como se ha hecho desde siempre, alce la mirada. Y quiera “algo”, al alzar su mirada al firmamento.
Ojalá los humanos no tengamos que morir como especie.
Ojalá que los humanos vivamos.









sábado, 20 de julio de 2019

cuatro en linea








TRES EN LINEA, falta uno.

No importa lo que suceda.
Hay que restar importancia personal.
Hay que aportar conciencia.
Hay que ser lo que se es.
Entonces, el reto es que las acciones puedan ajustarse y ponerse al mismo nivel en el que el intelecto razona.

El enfermo mental es lúcido, tan lúcido.
Pero carece de voluntad.
Hay partes de la persona que se rompen. El enfermo se ha roto.
No hay coherencia. Entre lo que se dice y lo que se puede hacer.
Los pedazos de espejos rotos están desperdigados por el suelo.
Queremos caminar y nos clavamos fragmentos de espejos, rotos, al caminar.

Tal vez con apoyo un día lleguemos a poder mirarnos, frente a un espejo en el que nos digamos lo que somos. 
Frente a frente. Y lo que digamos esté al mismo nivel de lo que podemos hacer.

Por otro lado, el hombre común no está mejor.
Hablamos. Todo el mundo habla. 
Somos unos “bocas”.
Porque nuestro diálogo interno es el que sostiene el mundo.
La realidad se mantiene con la descripción que hacemos de ella.
Casi se diría que la gente común sostiene la misma realidad a base de palabras y frases. 
Cuentos que son la materia misma que sustenta la existencia.
La existencia se sostiene por la palabra. El verbo. El logos, la acción.

Para el hombre común el reto es estar a la altura de lo que dice.
Una descripción es tan poderosa como la acción misma.
No te preocupes. Respira. Siente. Y la acción se adecua a lo que dices.
Poco a poco, irás ganando en conciencia. Y eso se nota en que la acción y lo que dices están más en consonancia.
La libertad no está en hacer lo que se quiera o se pueda.
La libertad ésta en que lo que se dice que se hace, y lo que se hace en realidad, no se estorben mutuamente.

Hay dos niveles.
En uno hay una descripción y en el otro hay una acción.
Centra tu atención en la respiración, unos minutos cada día.
Alinea tu mente con tu cuerpo. Alinea tus centros.
Solamente con los distintos centros de tu organismo alineados es posible una cierta libertad.
Pensamiento, sentimientos, emociones, espíritu...
Son planos.

Vienen a ser simplificados en que palabra y obra están y trabajan de común acuerdo.
Cuando palabra y obra van de la mano, todo es fácil.
No es que no se sufra. Pero tiene un sentido.

Cuando todo cobra sentido, ¿Qué importa quién toma la decisión?
Lo importante es que la existencia se genera en sí misma y para sí misma.
La conciencia. La chispa que genera la conciencia, prende tan solo en el corazón del que es coherente.
Se trata de buscar la coherencia, introduciendo un ápice de conciencia. ¿De dónde procede la conciencia?
Si la conciencia procede de un lado o de otro, de la palabra o de la obra. Es secundario.
La paz de Dios está en que la vida continúa.
Y éste, es un buen lugar para vivir.

Decirlo por ahí. Que lo sepan todos. La existencia es un lugar donde es viable la conciencia.
Hay botones rojos que podrían mandarlo todo a la inexistencia.
Pero cada vez más miramos a nuestro alrededor y vemos las flores crecer. 
Dalias y Margaritas se abren al sol.
Y escuchamos la hierba estremecerse bajo el “Rocío del Mañana”.

Nadie debe pulsar ese botón. Tan solo respira.
La decisión no está en tus manos. Acepta que “eso”, se haga.