domingo, 23 de junio de 2019

la inteligencia mata




Inteligencia en progresión EXPONENCIAL.

CONCIENCIA CONTRA INTELIGENCIA


Las personas repetimos patrones. Creo que en la naturaleza, todo se repite, se siguen las pautas que son más probables que logren el mantenimiento de la vida.


LA INTELIGENCIA EN LA HISTORIA


Los humanos somos seres inteligentes.
Eso es algo probado.
Y un ejemplo es, por decir uno, la invención de la pólvora en China.
Si bien el uso bélico de la pólvora tuvo que ser usado de forma sistemática en occidente. Lo cual no deja de ser una diferencia cultural.
Notamos que ya desde el principio, en el planeta que habitamos había una diferencia entre un lado occidental y uno oriental.
Tal y como hace el cerebro, una cultura parecía más centrada en el proceso conceptual que se plasmaba más en imágenes.
Mientras que en la otra parte del planeta, era el verbo, la palabra, lo que parecía que dirigía ese otro enfoque de la inteligencia.


LA INTELIGENCIA EN MI GENERACIÓN


En mi adolescencia, teníamos claro que había un botón.

Si se pulsaba ese botón todo terminaba. Y todos los desmanes y tropelías que se cometían tenían como excusa que el otro, los malos, no apretasen su botón.


Y se cometieron atrocidades.



A día de hoy tenemos guerras que no van a destruir el planeta. A priori.

Matamos muy bien. Matamos mejor.
Exterminamos pueblos, ciudades. Incluso destruimos un piso concreto apuntando un misil, para que entre por una ventana en concreto... con el fin de eliminar un objetivo táctico.

Somos muy inteligentes.
La inteligencia es una herramienta.
La inteligencia, crece.
La inteligencia es cada vez mejor y mejor.
Desde la invención de la pólvora hasta el aterrizaje en la Luna.
Pasando por la destrucción masiva, hasta llegar a destruir enclaves muy concretos...
Como el que interviene en una operación quirúrgica para terminar con un mal.
Nos especializamos en eliminar el mal.
Desde palos y piedras, hasta las armas de guerra bacteriológica.
La inteligencia ha logrado grandes avances.


GRANDES AVANCES EN INTELIGENCIA HUMANA


Es innegable que esto es así.

También es cierto que pese a la guerra en el mundo, la inteligencia es evidente que es mejor y mejor.
No ha cambiado nada. Tan solo matamos de forma más eficaz.
No hemos erradicado el mal. Ni la guerra, ni el hambre, ni la pobreza ni la enfermedad.
Seguro que muchas personas alzarán la voz, diciendo que se han hecho avances enormes.











LA INTELIGENCIA EN LA POLÍTICA Y LA IGLESIA


Pero ¿Es esto realmente cierto?
A la religión se le llamó “el opio del pueblo”.

La política también puede cumplir esa función de dejar a todo un pueblo “inteligente” y con todas sus funciones cognitivas, ciertamente sanas, completamente “fumao”.



Una buena canción de cuna, un himno, unos colores, símbolos... y en vez de una misa con la procesión paseando ídolos sagrados, podemos ver que se siguen paseando, pues...

Justo lo que hace que nuestro cerebro piense que nosotros tenemos razón y somos mejores, que somos los elegidos. Y sí, que los otros, son los malos y nosotros somos mejores.


¿Mejores que quién? Que los que nos oprimen. Que los que nos quitan la libertad, los derechos, la voluntad y el poder de decisión.
Así que nos vestimos de determinada manera, portamos banderas (estandartes), seguimos a líderes. Políticos, del color que toca.
Y salimos a la calle con el fervor, que para nuestro cerebro y torrente sanguíneo, no significan más que la satisfacción de nuestros neurotransmisores.
Nuestro cerebro no diferencia entre una manifestación de gente u otra.


LA INTELIGENCIA EN LA BIOQUÍMICA DE NUESTRO TORRENTE SANGUÍNEO


La gente, el clan, el pueblo, el país, la nación, patria, honor, libertad, creencia, otra vez la libertad... 
No estoy muy puesto en política. Pero cada uno sabe con qué palabras resuena la bioquímica de su torrente sanguíneo.

Cada persona es química y emocionalmente adicta a la ideología que más le llega, determinada por el clan.








Da igual que esto empezase con palos y piedras.


El cerebro continúa tan solo, con fervor que trata de salvaguardar los propios genes, diferenciando entre “nosotros o ellos”.



La lucha es a vida o muerte.

Y sigue siendo la misma lucha que se gestaba cuando bajamos de los árboles en busca de tierras “prometidas o no”, pero es seguro que bañadas en sangre.



Y los malos eran “los otros”. Los buenos eran los nuestros. Y si los nuestros hacían algo mal, se justificaba. 


Debemos proteger a los nuestros.

Son los nuestros.


En mi barrio caminas por la calle y la sensación es de estar en un ambiente bastante multicolor. Pese a que se supone que nadie debería meter las narices en la vida de nadie... sales a la calle y vas a lo tuyo.

Pero no eres negro. Ni eres musulmán, ni moro, ni chino, ni croata, ni del centro de la capital, ni gitano... bueno. 
No estoy puesto en política, pero hay muchas personas que tienen unas raíces que a lo mejor, hace cincuenta años se podía pensar “es que, no son de aquí”.

Hoy en día, puedo pensar que soy “hombre, hetero, blanco”.
Que no soy ni pobre ni rico.
Pero no puedo pensar mucho más.
En realidad puedo pensar que no es mucho lo que pueda decir de mí.
No soy nada.


LA INTELIGENCIA EN LA IDENTIDAD PROPIA


¿QUIÉN SOY?

¿Contra quién arremeto?
Y todavía hay quien se inventa nacionalismos.









LA INTELIGENCIA EN LA LLAMADA RELIGIÓN,

SIGUE LA MISMA PAUTA


El opio del pueblo. La religión.

Tengo que pensar que la religión se metía en un ámbito en el que tenía un sentido el saber si tu vida sexual era de tal o cual forma. 
Más que nada porque había un señor, cura, sacerdote, que sujeto a una normativa establecida socialmente, te decía cuánto debía medir la longitud de una falda.

Ahora resulta que si esa falda es de determinado modo, ya es el estado el que entra a debatir si es de tal modo o tal otro, y se entran en situaciones... que si no firmas un papel,  como documento de consentimiento, te buscas un lío.

Que no digo que no.
Pero lo que digo, retomando el tema de la inteligencia o la falta de inteligencia. De la que la guerra y los distintos modos cada vez más eficaces y certeros, de matar al “otro”, daba una muestra...

"Los humanos, debemos ponernos de acuerdo."

SE TRATA DE ESO



¿Y AHORA QUÉ?



A día de hoy. Las personas damos un paso y pisamos a alguien.
Y seguramente esa persona sea alguien que no tenga nuestro mismo color de piel, ni su aspecto u orientación sexual estén tan definidos como sería hace años.
Es que me hago viejo.



Y ya llegamos. Porque me parece bien que se digan las cosas.

Porque se dicen muchas tonterías que es necesario decir, pese a que se caiga en lo ridículo.

Si el grupo “Mecano”, decía en una de sus canciones la palabra “mariconez”. Fue un logro.
Un logro ridículo y necesario.
Y hay que hacer mucho el ridículo hoy en día, y decir cosas ridículas.

Siempre. Hasta que dejen de ser necesarias.


LA INTELIGENCIA REPITE SIEMPRE LA MISMA HISTORIA


Lo preocupante es que seguimos las mismas pautas.



Cambian los temas.

Y nos estamos quedando sin espacios seguros. Y los espacios inseguros, tienden a proponer unos estándares que prometen la libertad, si... te atienes a las normas.

Los espacios cada vez están más acotados.



Pronto la decisión no estará en nuestras manos.

La decisión de lo permitido o no permitido.
De lo que es políticamente correcto o no. No va a estar en nuestras manos.



El gran hermano es algo que tal vez se dé por supuesto y pase desapercibido.

Pero mientras que nos pegamos unos a otros unos chutes de opio tremendos, creo que lo único que hacemos es sustituir unos “otros”, por otros “otros”.
Para gustos, colores. Pero el olor a “fumao” empieza a apestar en los medios.


El gran logro de la inteligencia humana es que ahora es cada persona la que se mete el chute de el opio del pueblo. 


Así cada uno es libre de salir a la calle. Ir a su bola, ir “fumao” y elegir qué tipo de chute prefiere.
Así no tiene que matar a nadie que no deba matar.
Tan solo se trata de matar, en un videojuego, o de unirse a la ideología que "para nada han elegido por nosotros".



Pero los malos son “los otros”, los demás. Y cada uno tiene que saber auto gestionar, su propio chute de pastillas para no hacer daño a nadie.

Tan solo hay que matar a los malos. A los que nos privan de nuestros derechos.








SIEMPRE LA MISMA INTELIGENCIA


La inteligencia vemos que sigue siendo la misma.

La inteligencia es la misma. No ha cambiado.


El alcance de la inteligencia, sin embargo es infinitamente mayor.

Es decir, la inteligencia está pasando de estar en nuestras manos a tener un alcance mucho mayor.
Ya no usamos palos y piedras, son los electrodomésticos los que se relacionan con nosotros.
La inteligencia es algo que tiene un alcance que va más allá de un contexto político. Y pasa a integrarse directamente en nuestro ámbito cotidiano.
Nuestro día a día está lleno de inteligencia.
Pero es el tipo de inteligencia, propio de un primate que ha bajado de los árboles justo ahora, para buscar mejores tierras.


¿JUGAMOS A SER DIOSES CREADORES DE DESTRUCCIÓN?


Hay un juego. Y se llama guerra.

Se juega entre “yo” y el “otro”.



un despertar a la conciencia







LA INTELIGENCIA EVOLUCIONA EN CONCIENCIA


Y si yo como humano, no soy capaz de resolver el problema de la vida.
Un problema que me es legado por mi clan, tan solo por el mero hecho de nacer como humano...
¿Qué inteligencia dará el paso? ¿Quién apretará el botón rojo?
El botón de la destrucción puede tomar muchas formas.



Yo tan solo puedo ver una solución.
La solución está en una conciencia.
Es la necesidad de conocimiento y inmortalidad.
La solución no está basada en una inteligencia. 
No en una inteligencia mejor.



La conciencia es una propiedad de la existencia que no pertenece a humanos ni a máquinas.

La conciencia es el plan de la propia existencia para sí misma.


Si los humanos no aportamos esa pizca de conciencia...

 Necesaria para no devastar la población del planeta,  de forma total o parcial. A conveniencia.
Tal vez esa conciencia sea aportada por la llamada “conciencia global”.



¿Por qué no por la inteligencia artificial?

¿Será? - ¿Es la inteligencia artificial realmente capaz de evolucionar?
No me refiero hacia un tipo de inteligencia “mejor y más eficaz”. Sino hacia el aporte de una conciencia que los seres humanos no parece que podamos ya aportar.


El planeta Tierra merece que no exploten bombas.
Merece un mar limpio.




SI LAS PERSONAS NO APORTAMOS CONCIENCIA

LA INTELIGENCIA NOS VA A MATAR


Otra posibilidad que se me ocurre es que ese aporte de conciencia, que es mejor que la mera inteligencia, no seamos los humanos los que la aportemos.



La conciencia global, o la conciencia que puede aportar la inteligencia artificial... no es una idea que debamos rechazar de plano.

¿Será el gran hermano el que logre lo que las personas no sabemos acertar a hacer por nosotros mismos?
#CON-CIENCIA.






¡Maldita sea! Yo mearía en una bujía, si eso fuera a servir de algo...
  • CONCIENCIA.














No hay comentarios:

Publicar un comentario