miércoles, 14 de agosto de 2019

yo te respeto


En mis primeros años conocí, más o menos, la idea que predominaba entonces en las novelas que compraban mis padres. Eran muchas de ellas de temática de espionaje.
Eran buenas, y parecía que ofrecían la solución ante el conflicto que existía.
Todo parecía que se trataba de un conflicto entre el este y el oeste. El llamado telón de acero tapaba un entorno del cuál no se sabía mucho. Pero que era malo.
Por el contrario, en el lado occidental reinaba un ánimo en el que desde Bollywood nos decían lo que debíamos pensar, vestir y comer. Todo lo que pudiésemos desear lo podíamos tener.
Si trabajábamos duro siempre tendríamos acceso a la libertad y a ese sueño americano del que se hablaba.

Según he ido creciendo he podido ver como mi entorno ha ido cambiando, al mismo tiempo que la sociedad.
Las películas del salvaje oeste describían miles de aventuras. Pero terminaron mostrando que el país cogió forma gracias al gran volumen de alambre de espino y al ferrocarril.


Es decir, se le han ido poniendo coto primero al campo, después al mar. Hay un espacio aéreo muy bien delimitado.
Las redes. Eran para compartir. Y sí, después de convertirse en una especie de teletienda, supongo que se van a delimitar las libertades.
También en las redes.


Y el planeta tiene un espacio físico bien delimitado.
Particularmente soy optimista y creo que el planeta está a salvo. 
El planeta, para mí es más que el sostén de la especie humana. Yo rescataría el concepto de un planeta como un ente vivo.


El planeta Gaia.

Si bien, visto lo visto, yo añadiría algunos conceptos que se puedan sacar de la física cuántica.
No se sabe todo lo que hay.
Y si hay que tener que poner vayas, se ponen. Y si hay que seguir determinadas reglas, se siguen.
Pero por naturaleza, imponer reglas al género humano, va contra su misma naturaleza.

No conozco el futuro. Conozco algunos rasgos del pasado. Y la tendencia que he observado es de cómo se han ido delimitando los espacios.
Tal vez le toque a la familia. Tal vez se toque mucho las narices.


El que nos vayan tocando las narices es algo que al ser humano no le es grato. Pero nos han vendido tantas veces la moto, que sé que basta con un que nos den una esperanza... 
Basta con tener un motivo de esperanza para tener algo a lo que agarrarnos, que aceptaremos lo que sea.
Si bien, yo diría que hay algunas cosas que no se tocan. Y es el tema del amor.
Podría hablar del tema de los hijos y de la familia. Pero no soy quién para hablar de eso. No entro dentro de ese perfil. Vivo solo.
Así, de lo que puedo hablar es de que pese a que las condiciones de vida de una persona, se hagan difíciles, lo que cuenta es que el hombre le encuentre un sentido a la vida.
Hay que buscarle un sentido a la propia vida.
No se puede restringir al hombre. No, si no se le da la oportunidad de que tenga sentido su vida.
Cada persona le puede encontrar un sentido a su vida, del modo que sea. Pero ese tipo de cosas no suelen funcionar impuestas desde afuera.


Si volvemos al ejemplo de tiempos pasados. como en el viejo oeste. Aquellas películas de Hollywood, nos vendían una serie de emociones. De espacios salvajes y de libertad.
Lo cierto es que la vida en ese salvaje oeste no valía ni un dolar. Y te podían matar en cuánto quisieran que tu vida no valía nada.
Y creo que de lo que se trata es de preservar tanto la vida como la dignidad humanas.


Hay que encontrarle un sentido a la vida. Necesitamos encontrar una coherencia. Es el cambio individual y personal el que cuenta.
Posiblemente los gobiernos y administraciones, sean las que sean, tengan que legislar.
Pero el ser humano yo lo veo, como siempre en constante lucha. El ser humano necesita el reto y esfuerzos. El ser humano precisa de expandir el conocimiento de sus propios límites.
Tal vez ya sea en un ámbito en el que las redes se regulen, disponiendo ecosistemas que sean afines entre sí. Que las personas afines, con proyectos afines encuentren el modo de cooperar.
Puede ser como el grupo de células que cooperan en regenerar el cuerpo humano, como una unidad que busca restaurar el propio equilibrio.
Yo diría que la vida es algo que mantiene un equilibrio dinámico.



Me cuesta pensar que el planeta Gaia haya permitido que llegásemos a un extremo en el que las pulgas que hay sobre el perro, enfermen al perro.
Tal vez Gaia se dé un buen revolcón y se libre de las pulgas humanas. Pero si como intuyo, interviene algo relacionado con la física cuántica, es preciso el cambio individual.
Un nuevo modo de percibir y de interpretar la vida, el entorno y un sí mismo.
El cambio que funcione para que todo esto que hay a nuestro alrededor, funcione. Viene de dentro.

Las personas debemos sanar. La sanación es restablecer el propio equilibrio individual. Pero igual que el ecosistema sano, hace sanar al individuo. Vale lo mismo en la dirección contraria.
La salud individual es la vía que permite que nuestro entorno se sane.
Así que si hay que buscar la coherencia en la propia vida, se busca. 
Pero no se trata en cualquier caso que haya que esperar a que una administración nos diga lo que tenemos o no tenemos que hacer.
Es urgente el encontrar un sentido a mi vida.
Tú me respetas.
Yo te respeto.
Porque formamos parte de una misma vida.

el pasado se da la mano...










...con el futuro. 2050.















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